¿Qué es un implante dental?
Un implante dental es un producto sanitario, se trata de un tornillo generalmente de titanio, diseñado para sustituir la raíz de un diente ausente. Sobre esta raíz artificial posteriormente el odontólogo fabricará una corona, de forma que quede rehabilitada la pieza dental perdida, y consiguiendo así una correcta función y estética bucodental.
El titanio tiene una dureza que permite soportar las fuertes cargas que se producen durante la masticación, posee una elasticidad similar a la de hueso y es un material biocompatible, es decir no producir rechazo en el organismo y permite la unión al mismo.
Esta unión al hueso es lo que denominamos osteointegración.
Tipo de implantes
Existen otro tipo de implantes fabricados en un material denominado Zirconio cuya unión al hueso se denomina biointegración.
Cuando se extrae un diente, el hueso que lo soportaba (hueso alveolar) se reabsorbe al no recibir ya ningún estímulo, quedando hundido y dando aspecto de envejecimiento. Cuando reponemos los dientes perdidos con implantes dentales contribuye a conservar la mayor cantidad de hueso alveolar, y su resultado es el resultado estético.
No todos los pacientes son aptos para recibir un tratamiento con implantes. Previamente, el profesional ha de evaluar el estado general de la boca y realizar un diagnóstico correcto y un plan de tratamiento utilizando el TAC dental en el que podrá valorar y estudiar la calidad y las dimensiones del hueso. Hay determinadas ocasiones en las que si el paciente no tiene suficiente hueso para colocar un implante se puede realizar una cirugía de regeneración del mismo, es decir una cirugía de regeneración ósea con el fin de conseguir un sustento de hueso en el que anclar posteriormente el implante .
Es importante destacar que el dentista tratará siempre de conservar el mayor número posible de piezas dentales del paciente, y únicamente en el caso de que no tengan la posibilidad de recibir un tratamiento con un buen pronóstico a largo plazo, decidirá la extracción.
La cirugía de colocación del implante es una intervención rápida, sencilla e indolora que se realiza con anestesia local en la consulta dental. Existen pocas contraindicaciones para colocar un implante dental como pueden ser: enfermedades graves que influyan en el metabolismo del hueso, infecciones generalizadas, tumores malignos que a los maxilares, pacientes sometidos a altas dosis de radioterapia, pacientes en tratamiento con bifosfonato, etc.
Una vez colocado el implante se espera aproximadamente y según las condiciones del hueso, un periodo de 3-4 meses, este periodo es el denominado periodo de osteointegración y consiste en la creación de un nuevo hueso alrededor del implante que permite su correcto anclaje y unión .
En ocasiones esta unión no se produce porque no se crea suficiente hueso, y en su lugar aparece un tejido fibroso entre el hueso y el implante evitando la unión de ambos, esto es lo que denominamos rechazo del implante . Si esto ocurrió el odontólogo extraerá el implante y legrará y limpiará el alveolo o lecho del mismo, para seguidamente esperar 2-3 meses y colocar un nuevo implante.
¿Cuáles son los síntomas del rechazo de un implante?
Principalmente son dos:
- Movilidad del implante: Normalmente es el odontólogo el que lo percibe cuando el paciente acude a la consulta transcurridos los tres meses tras la colocación.
- Dolor e inflamación: Lo normal es que los pacientes no sientan dolor, pero en ocasiones se produce una infección con la pérdida del hueso que rodea el implante denominada periimplantitis, que suele ir acompañada de inflamación ya veces dolor.
¿Qué podemos hacer para evitar el rechazo?
- Suspender el tabaco y el alcohol: el tabaco impide la vascularización y provoca mala cicatrización.
- Tomar la medicación postoperatoria prescrita por el dentista, y seguir sus consejos y recomendaciones.
- Evitar comer y masticar alimentos duros principalmente en la zona intervenida.
- Mantener la herida quirúrgica lo más limpia posible utilizando los colutorios o geles con antisépticos que el odontólogo haya indicado.
Podemos concluir diciendo que si el implante es de buena calidad y es colocado por un profesional cualificado el riesgo de rechazo es inferior al 2%.
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